La verdad de las grasas. ¿Son buenas para nuestro organismo?
Después de muchos años de haberlas consideradas las causantes de sobrepeso, elevados niveles de colesterol y afecciones cardiacas, hoy sabemos que las grasas, las buenas, son fuente importante de energía y nos protegen de sufrir lesiones cardiovasculares, enfermedades respiratorias, entre otros. Todo lo contrario a lo que creíamos.
Para empezar, es importante separar a las grasas buenas, las que queremos consumir, de las grasas malas. Las buenas o saludables son de origen natural, son grasas monosaturadas, poliinsaturadas y ácidos grasos. Lo más importante es que ayudan al corazón, reducen los niveles de colesterol total en nuestra sangre y proporcionan energía para nuestro día a día.
La grasa saludable la podemos encontrar en los siguientes top 5 alimentos:
Frutos secos. Gran fuente de ácidos grasos saludables (Omega 3 y 6) y polifenoles. Nos ayudan a proteger el corazón y las arterias, disminuir la presión sanguínea, mejorar la función cognitiva y prevenir las enfermedades degenerativas como el Alzheimer o Parkinson. Además, son muy ricos y en nuestro país podemos comprarlos a buenos precios y en cualquier supermercado. Los más conocidos son maní, nueces, almendras y avellanas. Eso si, no debemos de abusar de ellos, con un puñado al día es suficiente. Y por favor, nada de agregarles azúcar, sal en exceso o aceites.
Palta. ¿Es una fruta o una verdura? La verdad no es relevante, lo importante es que, además de ser súper rica, también tiene un alto valor nutritivo (proteínas, carbohidratos, minerales, fibra), contiene infinidad de vitaminas (A, C, D, B6, K y E) y tiene alto porcentaje de grasas buenas (monosaturadas). Estas grasas buenas, como el Omega 3, son las que nos ayudan a mantener los niveles de triglicéridos y de colesterol malo bajo control. Nuevamente, no abusemos de ella, con media palta al día es suficiente. Como es un alimento muy calórico, consumir grandes cantidades podría ser contra producente.
Salmón. Uno de los pescados más ricos que hay. Ya sea crudo al estilo japonés o cocido, este pescado azul posee un gran valor nutricional y es un poderoso aportante de Omega 3. El Omega 3 es muy bueno para el corazón y para el cerebro, ayuda a regular el colesterol malo, a mantener el correcto funcionamiento del sistema nervioso y a potenciar el sistema inmunológico de nuestro cuerpo. Además, aporta buenas cantidades de vitaminas A, B, C y D.
Huevos. Con ellos pasaba lo mismo que con las grasas en general. Se creía que eran dañinos y que ingerir más de 1 al día traería problemas cardiacos. Nada más lejos de la verdad. Un sinnúmero de estudios ha demostrado que los huevos por si solos no contribuyen a las enfermedades cardiovasculares, y que por el contrario son fuentes importantes de proteínas, vitaminas como la A, D, E y K, luteína, zeaxantina, así como también a un gran número de minerales requeridos para nuestro correcto funcionamiento.
Cacao. ¡Muy buenas noticias para los amantes del dulce! Contrario a lo que se pensaba hace unas décadas, hoy se sabe que el chocolate (el de verdad, no la golosina con sabor a chocolate) con un contenido superior al 65% de cacao reduce los niveles de colesterol malo (LDL) y aumenta el colesterol bueno (HDL). Esto ha sido refrendado por diversos estudios que además confirman que el chocolate regula la presión arterial, aporta vitaminas A y B, es fuente de minerales base como calcio, fosforo, hierro, magnesio, potasio y también proporciona al cuerpo de ácido fólico y tiamina. Ojo que estamos hablando de chocolate con por lo menos 65% de cacao y sin añadidos como leche o azúcar.
Pero por otro lado tenemos las grasas malas o dañinas. Estas son las grasas que encontramos dentro de productos como frituras, galletas, tortas, dulces, algunos panes y algunos lácteos. Estas grasas aumentan el colesterol malo (LDL), generando obstrucciones en las arterias y trayendo problemas cardíacos de diferente índole.
Ya estamos avisados: las grasas, consumidas adecuadamente, con moderación y de las fuentes correctas, nos proporcionan energía y nos ayudan a mantener un sistema cardiovascular sano y eficiente. ¡Recuerden esto la próxima vez que coman ese rico chocolate!
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